México
VANGUARDIA DE SALTILLO

Ellos hallaron al "Che"

El equipo que identificó a Ernesto Guevara llega a Coahuila en busca de desaparecidos

04/02/2023 - 4:37 pm

La integración del Equipo Argentino de Antropología Forense sirve como un apoyo necesario ante la crisis forense que atraviesa nuestro país; Mercedes Doretti, cofundadora de EAAF, confesó que en experiencias anteriores no había visto “un país donde las propias familias desempeñaran la búsqueda”.

Por Armando Ríos

Saltillo, 4 de febrero (Vanguardia).- Las personas que localizaron e identificaron los restos de Ernesto “Che” Guevara en Bolivia, esclarecieron la muerte del expresidente de Chile, Salvador Allende y le dieron luz al fin del legendario poeta Pablo Neruda, participarán ahora en la búsqueda de la verdad y la justicia para miles de familias de personas desaparecidas en Coahuila. Esto, sin duda, será un parteaguas en la historia reciente de la entidad.

El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) comenzó a trabajar desde hace un tiempo para darle identidad y rostro a los restos óseos que han sido encontrados en la entidad en fosas comunes y clandestinas. Aunque es un reciente convenio firmado el 18 de enero de 2023 el que da certeza legal para que inicien con las actividades en pro de dignificar las historias de las personas que fueron víctimas de la violencia que aterrorizó a Coahuila.

Nunca será suficiente reclamo: la falta de verdad, no solo mantiene en vilo a las familias que buscan a una persona, sino que también abre espacio para que la justicia empiece a echar mano de los castigos que tanto han sido reclamados a las esferas más altas del poder. Los datos respaldan esta demanda.

De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas, sólo entre 2006 y 2012, Coahuila reportó a dos mil 300 personas como desaparecidas, de las cuales hasta la fecha, dos mil 67 siguen sin paradero. Este periodo corresponde al sexenio donde se puso en marcha “La Guerra contra el Narco” encabezada por el expresidente Felipe Calderón, y desarrollada por su Secretario, Genaro García Luna.

Las investigaciones judiciales que se han realizado a lo largo del tiempo, han ido construyendo lo que era un secreto a plena luz: el cártel los Zetas dominaba el territorio coahuilense. Y cuando los índices de homicidios empezaron a disminuir en la entidad, creció la noticia de que a su paso, el grupo criminal había dejado lo que parece un enorme cementerio de fosas clandestinas.

Años después, fue justo ahí donde entraron las inquietudes de muchas de las familias en búsqueda de personas. La principal: ¿Mi hijo estará en ese lugar?, ¿y si es mi esposo?, ¿podría tratarse de mi hermano?

Este complejo panorama dio nacimiento a colectivos organizados de familiares de personas desaparecidas. Actualmente, en Coahuila existen 8 grupos organizados: Fuerzas Unidos por Nuestros Desaparecidos en Coahuila y en México; Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila; Asimbudes; Grupo VIDA; Amore; Alas de Esperanza; Voz que clama justicia por sus desaparecidos y Búscame.

Estos grupos, integrados principalmente por mujeres, no solo se han enfrentado al peregrinar en búsqueda de la historia que está detrás de la desaparición de sus familiares, sino que ante la falta de respuestas, han decidido levantar la tierra para buscarlos, propuesto leyes para impulsar la obtención de justicia, investigado por su cuenta para dar con los responsables.

A pesar de esto, empero de la impunidad, más allá de los discursos políticos, falta mucho por hacer. Es por eso que la colaboración del Equipo Argentino se vuelve hoy una esperanza.

¿Pero qué vuelve tan complejo el caso de Coahuila que la experiencia que se tiene en el país no basta?

Mercedes Doretti, cofundadora del EAAF dijo en entrevista con VANGUARDIA que en anteriores experiencias no habían visto un país donde las propias familias desempeñaran la búsqueda en predios baldíos con picos y palas.

Una de las principales fortalezas de esta colaboración es la metodología de investigación, así como la factibilidad de aplicar tecnología con técnicas avanzadas de reconocimiento en aras de resolver los casos.

En la década pasada, una de las prácticas que realizaban los sicarios era la “cocción”. Un método en donde los criminales colocaban cuerpos mutilados en tambos repletos de diésel para que fueran incinerados de forma rudimentaria. Esto ocurría en ejidos y comunidades rurales conocidos como “campos de exterminio”.

Incluso ocurrió en el Cereso de Piedras Negras, como lo mencionó en el 2017 la Fiscalía de Personas Desaparecidas de Coahuila, quien incluso reveló ante los medios que ocho guardias del mismo penal eran quienes dejaban entrar a los Zetas al centro.

Dos de los puntos con mayor documentación al respecto en el estado son Allende y Patrocinio, de donde se han recuperado más de 102 mil fragmentos óseos que después empezaron a ser registrados en kilogramos toda vez que podían corresponder a una o a muchas personas. Tan solo en un año, Grupo VIDA logró recolectar hasta 40 kilos de restos óseos humanos.
Lugares como Patrocinio -en la región Laguna-, todavía se siguen trabajando, e incluso, solo en el 2023, el Centro Regional de Identificación Humana realizó tres intervenciones de tres semanas cada una, en las cuales, todos los días tuvieron hallazgo de restos óseos.

Los resultados de esta práctica, se han convertido en una de las complejidades más amplias para extraer ADN de los fragmentos que han sido encontrados por las familias y las autoridades, pues muchos de ellos son fragmentos muy pequeños y en estado de calcinación.

Pero eso no ha sido ningún impedimento para continuar la tarea de búsqueda, pues las madres no solo buscan a quienes tengan sus apellidos, sino que se han hermanado para buscar a los hijos de otros, no solo agotando muestreos biológicos, sino armando otras piezas del rompecabezas que el EAAF podría reconstruir.

Cientas de familias quieren conocer la verdad sobre la desaparición de sus seres queridos. Imagen ilustrativa. Foto: Graciela López Herrera, Cuartoscuro

UNA ESPERANZA PARA LAS FAMILIAS

Mercedes Doretti es una de las fundadoras del EAAF. Forma parte del equipo desde 1984. Ella asegura que si bien es complicado analizar de manera científica este tipo de fragmentos óseos, el trabajo que realizarán es mucho más amplio pues se desempeñarán múltiples metodologías para buscar a una persona que desapareció o fue desaparecida tiempo atrás.

El convenio que se mencionó anteriormente fue firmado por El Centro Diocesano para los Derechos Humanos Fray Juan de Larios, la Fundación para la Justicia y la Fiscalía General del Estado. En este sentido, la actividad forense se centrará en las regiones Carbonífera y la Centro.

Para las familias de las personas desaparecidas este convenio representa una nueva ventana de esperanza para llegar a las respuestas que han permanecido más de una década bajo la expectativa de “¿dónde están?”.

En una entrevista con VANGUARDIA, Rodrigo Cárdenas, abogado en el Centro para los Derechos Humanos Fray Juan de Larios, explicó que previo a la firma del convenio se ha ido trabajando en campo desde los años 2020 y 2021, en lugares como Monclova, Frontera, pero también como Nueva Rosita y Sabinas.

El abogado recalcó que previo a la firma, la intervención del Equipo Argentino se volvía compleja a nivel jurídico, toda vez que antes de ella no podían tener acceso a indagatorias sobre las personas desaparecidas que contienen miles de registros.

Solo en el caso de Fray Juan de Larios, la organización ha representado legalmente al menos 13 casos de desaparición en esa zona, donde se conjunta la búsqueda de 27 a 30 víctimas.

Pero el EAAF, tendrá acceso a todos los casos que todavía se están buscando entre la documentación, muchos de los cuales podrían haber sido abandonados ante la falta de respuestas y omisiones.

“Estos casos de desaparición parten de un período en su mayoría del 2009 a 2011, hay otros hasta el 2014. Son por lo general de la etapa más violenta del Estado y en estos casos se menciona como posibles perpetradores a personas del crimen organizado”, explicó Rodrigo.

Rodrigo Cárdenas, recuerda que cuando la Organización empezó las labores en la Región Centro, identificaron que no había un orden en los registros, y se percataron de que hubo puntos de inhumación clandestina que fueron descubiertos desde el 2011, pero se dejaron de lado.

“El punto que también permite el convenio es retomar ahora esos lugares, revisarlos bien. Saber si agotamos los lugares e irlos descartando para empezar también búsquedas en nuevas zonas que sabemos que sí las hay”, expresó.

Aunque las labores se centrarán solo en dos regiones, elementos de la Fiscalía General del Estado (FGE) han identificado al menos 82 puntos donde personas han sido inhumadas de forma clandestina desde el 2005.

Dicha información se desprende de la solicitud de información con folio 050096900053222.

Asimismo, autoridades y colectivos de familiares han realizado trabajos en al menos 200 ocasiones donde se han encontrado fosas, algunas de ellas en un mismo predio.

“Esto sí es complejo, se tiene que poder sí o sí porque es una persona, pero a veces no nos va a dar para compararlo con la base de datos que tiene el CRIH que tiene información genética que dan los familiares. Por eso mismo es la necesidad de contactar al EAAF, porque ellos aplican otros procesos, pero ahora de lleno en estas regiones”, explicó el abogado de Fray Juan.

Particularmente, en Coahuila, Mercedes Doretti dice que entre los retos de la osteoteca que tendrán en su trabajo con las organizaciones en la entidad, será desde saber si se puede extraer ADN, hasta si los restos recuperados efectivamente corresponden a personas.

“En nuestra experiencia también en otras entidades ha sido muy importante poner el esfuerzo en los casos porque estos fragmentos corresponden a personas, que si no tienen un tratamiento de este tipo, nunca se va a poder saber a quién se corresponde. Es muy importante aplicar todos los esfuerzos que se pueda”, dijo Mercedes.

Un perito forense sostiene un fragmento de mandíbula quemada encontrada en un rancho, calificado por las autoridades como “sitio de exterminio”. Imagen ilustrativa. Foto: Marco Ugarte, AP

Pero no todas las investigaciones forenses se tratan de restos óseos, pues en la búsqueda de información realizarán la recopilación de imágenes de los satélites del mundo para a través de tomas, identificar los cambios que hubo en los terrenos en los que fueron descubiertas las fosas.

El punto es ver desde arriba si el terreno arroja señales de cambio que permitan armar una historia sobre lo que pudo haber ocurrido con las personas y con ello, sumar datos hacia su paradero.

“Vamos a usar toda la tecnología que podamos para facilitar las áreas de búsqueda, desde drones, Gpsd, y fotos satelitales para tratar de ver la historia del lugar desde el aire e ir construyendo la historia del lugar y las modificaciones que tiene para unirlo al análisis de contexto sobre qué pudo haber pasado en esos lugares”, informó Mercedes.

Si bien, ya ha sido utilizada diversa tecnología por parte de las autoridades de Coahuila, el EAAF tiende además a hacer un análisis minucioso de todos los detalles que se aporten desde la misma historia que platican las familias.

“Es un desafío siempre hacerlo después de tantos años, y de cómo hemos visto la mecánica de los restos, pero de nuevo, es lo que se debe hacer para buscar a las personas”, expresó la antropóloga forense.

EL CASO DEL “CHE”

El Equipo Argentino de Antropología Forense ha trabajado en más de 60 países bajo múltiples contextos de búsqueda.

Ya se mencionó al inicio, que en su historial el EAAF ha tenido en su mano casos como la localización de los restos y la identificación de Ernesto el “Che” Guevara. Esto sucedió 30 años después- en 1997 – de que fuera sepultado secretamente en una fosa de Bolivia tras ser fusilado por un militar de aquel país.

Es Carlos Somigliana, miembro del EAAF, quien explica en un video que en 1995, el general boliviano Mario Vargas Salinas reveló que el cuerpo de Ernesto Guevera estaba enterrado debajo de la pista del aeropuerto de Vallegrande.

El equipo argentino acudió a un lugar que fue marcado, pero no tuvieron éxito y la labor de encontrar los restos se fue haciendo cada vez más compleja, teniendo que excavar en diferentes puntos.

“Lo más importante que pasó fue la conformación de un equipo binacional”, dijo. Argentino y cubanos iniciaron actividades conjuntas en diciembre del 95. “Todo mundo en Vallegrande creía que tenía alguna información útil al respecto, y por suerte no se privaban de darnos esas informaciones”.

Mural de Ernesto “Che” Guevara y la bandera cubana. Imagen ilustrativa. Foto: AP.

Fue a mediados del 96 cuando el equipo cubano volvió al primer punto de búsqueda, y al cavar más profundo se encontraron tres cuerpos. Uno de ellos tenía la emblemática chamarra verde olivo con la que se inmortalizó la figura del revolucionario. Una chamarra verde que, dice Somigliana, es la misma que se le ve en las últimas fotos conocidas.

La exhumación comenzó los primeros días de julio. La identificación de los restos se gestó del día 8 al 12. Ahí se concluyó que de los tres esqueletos hallados, el segundo en ser desenterrado pertenecía al Che.

Además de este caso emblemático, el EEAF logró dar respuesta a la revisión de la causa de muerte del expresidente chileno Salvador Allende y el poeta Pablo Neruda, quienes murieron a causa de un suicidio y de una enfermedad, después del golpe de estado encabezado por Augusto Pinochet en Chile.

También, tuvieron en sus manos como un auxilio técnico independiente para las familias, el caso de la desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa, del cual en sus dictámenes se puso en duda la “Verdad Histórica” que se dio al respecto durante el gobierno de Enrique Peña Nieto en México.

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Imagen del ícono revolucionario cubano, el argentino Ernesto “Che” Guevara, en la Plaza de la Revolución en La Habana, Cuba, el viernes 1 de mayo de 2020. Foto: AP Foto, Ramón Espinosa.

EMPATÍA Y EXPERIENCIA: LAS ARMAS NECESARIAS EN LAS CIENCIAS FORENSES

El EAAF se formó en 1984, luego de que concluyó la dictadura militar encabezada por Jorge Rafael Videla, después de un golpe de Estado a la familia Perón.

A lo largo de esa dictadura, las desapariciones no solo se hicieron presentes en la sociedad, sino que muchos niños fueron vendidos o instalados en otras familias con el fin de exterminar una ideología que se saliera del régimen conservador que se pretendía implementar.

A nivel personal, la cofundadora del EAAF dice que en un principio no sabía que su carrera como antropóloga terminaría en el escenario en el que ahora se presenta.

La realidad de su país desencadenó miles de desapariciones forzadas en todos los vecindarios de Argentina. Eso los guió tanto a ella, como a sus compañeros y a otros sectores a aplicar lo aprendido profesionalmente para obtener verdad y justicia.

“Como antropóloga pensé que iba a hacer otras cosas, pero claramente la historia nos marcó una necesidad muy grande como creo que está sucediendo en México con muchos antropólogos, y en general es el mismo origen que se ha visto en todo América Latina. Ahora estoy muy satisfecha, no pensé que me iba a dedicar a esto, pero lo hago con mucha pasión, Me gusta mucho la ciencia y ella la aplico a problemáticas muy presentes en la sociedad”, señaló.

Pero una de las diferencias con distintos procesos de búsqueda en otros países como el suyo, según Mercedes, es que aunque en Argentina todavía existen problemas, su trabajo entró en un proceso transicional de dictadura a democracia que tenía un ánimo muy general de obtener respuestas, mientras que en México, las desapariciones todavía son una realidad latente.

Mercedes Doretti, del Equipo Argentino de Antropologia Forense (EAAF). Foto: Cuartoscuro, Archivo

Recuerda, que a lo largo de su carrera ha identificado que sí es un trabajo duro que puede no ser para todas las personas en el mundo al enfrentarse a una cara bastante cruda de la injusticia, pero la empatía es similar a la que debe tener un periodista con las causas que investiga o que se presentan frente a sus ojos.

“Como forenses es muy importante el contacto con las familias y la empatía con ellos. A veces, algunos forenses piensan que la empatía compromete su juicio, pero en nuestra experiencia no es así. Te llenas de una responsabilidad enorme de realmente tratar de hacer todo lo posible y ser honestos con lo que uno puede hacer o no en cada caso. Es importante para tener bien presente que detrás de cada hueso hay una historia y una persona a la que están esperando”, manifestó.

Una de las semejanzas que se encuentra también con el trabajo de periodistas que cubren violaciones a los derechos humanos, es que aunque ellos son técnicos, han existido casos en los que incluso pueden llegar pegarle a conflictos con diversos intereses políticos, como en el de Ayotzinapa.

En el trabajo que realizan, Mercedes dice que nunca hay una sensación total de que el trabajo ha terminado.

Sin embargo, sí hay una satisfacción grande saber que al menos uno de los procesos del dolor de las familias puede culminar, aun cuando es difícil comunicar la noticia sobre un hallazgo sin vida.

Mariana Segura, también parte del EAAF, dio una entrevista para CLACSO TV. Ahí recordó que hace poco tiempo desarrollaron un caso en el que una madre tenía 15 años sin salir de su casa, esperando el regreso de su hija que se encontraba desaparecida y después de los hallazgos del equipo, ahora lo hace.

El Equipo Argentino de Antropología Forense colaborará en Coahuila para encontrar a personas desaparecidas. Imagen ilustrativa. Foto: Juan Carlos Cruz, Cuartoscuro

“Esta madre hacía 15 años que esperaba a su hija en su casa y ahora sale de ella. Sabemos que no hemos recuperado lo que ella esperaba que era a su hija viva, pero le hemos dado un cierre”, expresó.

El EAAF, ha sido considerado como uno de los grandes aliados de las Abuelas de Plaza de Mayo que a lo largo del tiempo han buscado tanto a sus hijos como sus nietos desaparecidos en la dictadura argentina, pero Mercedes dice, que el sentimiento y la demanda ha sido igual en los países en los que han estado, aun cuando estos hablan idiomas diferentes, profesan diversas religiones.

“Es: quiero saber dónde está mi familiar, quiero saber qué pasó, si está con vida o si está muerto. Es impresionante que es la misma manifestación en todos los lugares a los que vamos”, dijo.

A lo largo de su experiencia, donde han tenido la oportunidad de instalar una oficina en México desde hace 20 años, el EAAF dice que se han enfrentado a diferentes panoramas. Han ido desde autoridades con las que ha sido difícil dialogar, hasta otras que han tenido mucha disposición para colaborar con las causas de las familias. Este podría ser el caso.

Aunque este convenio representa actividades hasta por los siguientes 12 meses con posibilidades de renovarse, el EAAF, ya ha colaborado con Fray Juan de Larios, logrando el año pasado el hallazgo de dos jóvenes en Piedras Negras que fueron asesinados en situaciones complejas, y que no lograron ser identificados por las autoridades en Coahuila, hasta después de ocho años, luego de que las familias buscaron al Equipo Argentino de Antropología Forense.

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